Federico García Lorca es una fuente de inspiración constante en mi obra, especialmente en este cuadro.
Al igual que él, intento capturar esa frontera difusa entre lo real y lo onírico, esa manera en que los sueños pueden revelar verdades más profundas sobre nosotros mismos y el mundo que nos rodea.
Lorca veía en los sueños un lenguaje secreto, uno que le permitía hablar de miedos, de deseos ocultos, de aquello que no siempre podemos expresar con claridad.
Este cuadro busca seguir su legado, un espacio donde las sombras y las formas se mezclan para contar una historia que va más allá de lo literal.
Como en Poeta en Nueva York, intento usar el color, la línea y la textura para crear una atmósfera de sueño denso, un lugar donde el espectador pueda sumergirse y encontrar sus propias emociones reflejadas.
Mi obra es un homenaje a ese Lorca que no temía adentrarse en lo desconocido y encontrar en sus propios sueños la verdad más pura, aunque a veces fuera oscura o dolorosa.
Federico García Lorca, uno de los poetas y dramaturgos más importantes de la Generación del 27 en España.
Utiliza el sueño no solo como tema, sino como un lenguaje que le permite explorar lo subconsciente, lo místico y lo surreal.
En su obra Poeta en Nueva York, escrita durante su estancia en Nueva York en 1929, el sueño se convierte en un recurso para expresar su angustia y desconcierto frente al deshumanizado mundo moderno.
A través de imágenes oníricas, Lorca crea paisajes poéticos cargados de simbolismo y crítica social.
En su poema "Oda a Walt Whitman," por ejemplo, el sueño toma la forma de un espacio caótico en el que se mezclan visiones de opresión, soledad y destrucción, mostrando el lado oscuro del progreso.
Sin embargo, Lorca también emplea el sueño como refugio y como puente hacia una espiritualidad oculta y ancestral.
Otro ejemplo está en su obra teatral El sueño de la vida, donde el título mismo hace referencia a la vida como un sueño, recordándonos las palabras de Calderón de la Barca en La vida es sueño. Lorca retoma este concepto barroco del sueño para presentar la vida como una realidad efímera, donde lo onírico y lo real se entremezclan, sugiriendo que la vida misma es una ilusión transitoria.
Lorca utiliza los sueños como una forma de decir aquello que no puede expresarse de manera directa, abordando temas tabúes, emociones reprimidas y una profunda crítica al materialismo y a la falta de conexión espiritual del mundo moderno.
